domingo, 29 de junio de 2008

Muchachas picantes

Muchachas picantes

ROBERTO PERRY C.

De ciertas damas
Carlos Lleras Restrepo.
Fundación Simón y Lola Guberek, Bogotá, 1986, dos vols. 360 y 385 págs.

Si el lector quiere unas lecturas amenas, poco extensas, deliciosamente informativas e incluso capaces de volver a despertarle el interés por la historia, la mejor obra para sus vacaciones será De ciertas damas. Su publicación es otro acierto de la Fundación Simón y Lola Guberek.

Estas reseñas de Lleras ofrecen una prosa correcta y no por ello tiesa. Al contrario, se trata de páginas mucho más fluidas y brillantes que no pocos de los editoriales políticos y económicos del expresidente, a menudo demasiado denso para la generalidad.

En De ciertas damas se recoge una buena muestra de los compendios de biografías de mujeres famosas que Lleras ha publicado en el semanario Nueva Frontera desde el decenio pasado. Y constituye buen ejemplo de lo que se puede hacer en el campo del periodismo cultural en Colombia. Frente a la odiosa invasión de chismes sobre femeninos personajes de hoy, tan característica de otras revistas que circulan entre nosotros, Nueva Frontera ha optado por tratar, con gracia, tacto y altura, de la vida y milagros de mujeres en verdad interesantes. Cumple así con la misión de divulgar temas con frecuencia desconocidos, al tiempo que presenta un cuadro de lo que se produce entre escritores, periodistas e historiadores de Italia y Francia.
¿Quién se oculta tras las reseñas de Lleras? Un periodista que lo es airoso y velloso, como quiera que en su producción ha tratado tanto del déficit fiscal como de las intimidades de Clara Petacci y Benito Mussolini. Se muestra, además, un liberal colombiano, de los formados a comienzos del siglo, educado, sí, en un liceo de sacerdotes, pero franco, realista y dispuesto a reconocer, por ejemplo, los desvío que abundan durante algunos pasajes de la historia de las jerarquías católicas, en especial durante los siglos XV y XVI. Se muestra, en fin, un liberal en su actitud con respecto a la mujer: delicado, admirador, enamorado, incluso devoto, pero siempre con un dejo de paternalismo, una diáfana cortesía y mucha sensatez.

Destaca la preferencia del expresidente por la condesa de Castiglione 1. La reseña de su biografía es la más extensa y detallada, tal vez porque la Castiglione participó de manera activa y decisiva, como ninguna otra de las mujeres cuya vida se escudriña en De ciertas damas, en una de las pasiones de quien reseña: la política. La beldad florentina desempeñó papel fundamental en el proceso de unificación de Italia, así como en las conversaciones que se adelantaron para dar fin a la guerra franco-prusiana. Nacida para brillar, Virginia, de corazón duro hasta para con su hijo, y de fría mirada, comenzó a hacer noticia en su mundo desde los diecisiete años, cuando empieza a centrar sobre sí la atención de los hombres de Estado de Europa; y la de sus pueblos. Y esa vida llamativa, frenética y pródiga sólo menguará al llegar los años difíciles.

No exagera quien reconoce que ella aportó casi tanto a la causa de su nación como el célebre conde Camillo di Cavour. Lleras escribe esta reseña con admiración, sí, pero con alguna distancia; y hasta con pavor, si se compara su idea de la Castiglione con lo que expresa luego sobre Clara Petacci, su Claretta 2.

La vida de la amante de Mussolini resulta otra cadena de hechos en el tenebroso intento por retornar a una Roma de hace más de dos mil años. La abnegadísima Claretta aviva la ternura en el periodista y le arranca elogios que son, en efecto, muy propios de un liberal. Su entrega incondicional —mejor: ciega, servil y morbosa— resume uno de los casos más patéticos que haya registrado la historia de la política. Sin embargo, ni el autor de la biografía ni el de la reseña dan muestras de haber profundizado en torno a la condición morbosa que se apodera del alma de la protagonista. Simplemente la ven deambular por los corredores de su propia historia de amor (tan parecida, en ocasiones, a la historia contemporánea de Italia); la ven, como quien ve pasar a un autómata, y ella los deja asombrados pero acríticos; lo extraño es que la personalidad de Clara los maravilla, en el mejor sentido de la palabra. Y poco se ahonda, así mismo, en el tremendo efecto que la propaganda debió de haber ejercido sobre la imagen que la loca de amor se forjó de su hombre, su tirano.

No sucede otro tanto con la biografía de Beatrice Cenci 3 En la reseña se va creando el clima espiritual preciso que llevará a la desgraciada Cenci al parricidio. Se muestra de la muchacha su amor por la vida y la libertad que triunfa sobre la represión, el terror y los abusos a los que Francesco Cenci ha sometido a su propia familia. Se muestra también la integridad de Beatrice, que no delata a sus cómplices sino cuando se le hace evidente que los van a torturar en su presencia para indagar la verdad; entonces la noble mujer hace lo posible por salvarlos. Beatrice es, con mucho, el alma más pura que pasa por los dos tomos de la obra: es la vida que se defiende con una nobleza pasmosa, una mujer asaz diferente de la Bella Otero 4 y de la meretriz augusta 5.

El conjunto de reseñas comienza con la de la biografía de Mesalina, mujer del emperador Claudio, la cual llegó a competir en el lecho con una prostituta, superándola. La aproximación a la vida anímica de la hetera imperial se basa en la idea de que era demasiado joven cuando llegó a emperatriz y en la conclusión de que el ambiente corrupto de la corte romana la lanzó a los excesos que la hicieron famosa. Alguna participación, tal vez no la suficiente, se le reconoce a la prosaica glotonería y a la repugnante rudeza de su imperial y cojo marido. Claudio abandonó a Mesalina en una soledad creciente, en aras de su amor por la historia y los asuntos de Estado. Aunque el personaje cobra vida, se nota alguna carencia de las perspectivas con que se podría iluminar su vida íntima. Mesalina queda retratada, incluso reanimada, pero poco explicada. La pobre, también del siglo XX recibirá juicios e incomprensión. Tanto Lleras como los biógrafos sobresalen por la posesión de un excelente acopio de información, pero no tanto por la de una intuición psicológica aguda. En esto también se hace patente su formación liberal.

Carolina Carasson danza, por entre las líneas que reseñan su biografía, sensual e irresistible, como siempre, deslumbrándonos como deslumbraban en los salones de Europa y de América sus piernas, su morenidad y su sangre mediterránea. Y a su lado se ve correr la de tantos hombres a quienes desdeña con la volubilidad de su corazón. Algo de Remedios la bella se anuncia en ella. Cuando no el río de sangre, fluye el de las joyas, los millones y. . . los favores. No se puede ver en Lina a una mujer fría y calculadora, como la Castiglione, sino un ser poseído por su cuerpo, y por la corrosiva admiración de los demás, casi sin identidad mental, casi un animalillo al que no se podría enjaular jamás, en fin, una mujer salvaje de tan elemental, pura y arcaica. Ese es el origen de la inconsciencia con que afronta los suicidios de no pocos de sus adoradores. Y es ésa, también, la diferencia principal con la Castiglione: carece, del todo, de una formación que le permitiría pensar e instalarse a sus anchas en la historia, en el curso de los pueblos y tomar posición ante asuntos que atañen al género humano. Reina de su mundo, en los otros tuvo la prudencia de no entremeterse; tampoco le habría sido posible trascender su evidente condición plebeya. La Castiglione reinó con su hermosura en la corte de Napoleón III y con su habilidad y sus intrigas en la política interestatal europea; cosas demasiado aburridas, tal vez, para la Bella Otero. Vale la pena conocer su vida, sin embargo, porque ella contribuyó, a caso sin comprender del todo lo que hacía, en la construcción de la nueva concepción del arte que nos ha dado este siglo. La magia instintiva con que movía cada músculo de su cuerpo soberbio, con que cantaba, hizo entender que la danza, clásica o moderna, más que academias y teorías lo que exige es alma, pasión.
Pasión de española y de noble también atribuyen Maria Bellonci y Lleras a Lucrezia Borgia 6, como la explicación de su tolerancia para con las fechorías de su padre y sus hermanos. Pero Lucrezia capitula una y otra vez no sólo porque se sabe Borgia, sino porque es mujer; y como mujer de su siglo, nacida en una familia hispánica y residente en la península itálica, se le hace clara su condición de apéndice de los varones de su casa. No obstante, o acaso por esto mismo, la aproximación a la vida afectiva y mental de la Borgia es la más completa y refinada de De ciertas damas. Apoyado en la obra de la Bellonci, que elogia generosamente, Lleras llega en verdad cerca de un personaje de carne y hueso, y su reseña tiene para nosotros la ventaja de deshacer unos cuantos mitos que circulan aquí en torno a la imagen de la duquesa de Ferrara.

Menor atención merecen las otras tres reseñas 7, que, en realidad, parecen un poco fuera de sitio en los dos volúmenes de De ciertas damas. El primer devaneo sexual de Napoleón resulta, como tema, poco concordante con el título. Por lo demás, la reseña de este asunto y las dos restantes son demasiado breves y fugaces, por lo que rompen el ritmo que establece la mayor parte del libro.

De ciertas damas vale, también, y ante todo, como obra didáctica, que podrá catalogarse entre lo mejor de nuestro periodismo formativo. Nada más útil para quienes no tenemos acceso a ediciones extranjeras en otras lenguas o para quienes necesitan suplir con buenas reseñas las lecturas que no podrán llevar a cabo por falta de tiempo.
ROBERTO PERRY C.


NOTAS:
1 Massimo Grillandi. La Contessa di Castiglione, Rusconi, Milán.
2 Roberto Gervaso. Claretta. La donna che mori per Mussolini, Rizzoli Editore, Milán, 1ª. Edición, abril de 1982.
3 Norberto Valentini, y Milena Bacchiani, Beatrice Cenci. Un intrigo del Cinquecento, Rusconi, Milán, 1a. edición, marzo de 1981.
4 Massimo Grillandi, La Bella Otero, Rusconi, Milán, la. edición, noviembre de 1980.
5 Francesco Mazzei, Messalina, Rusconi, Milán, enero de 1983.
6 Maria Bellonci, Lucrezia Borgia, Mondadori, octubre de 1974.
7 Se trata de reseñas sobre las obras que se citan a continuación en el orden en que aparecen en De ciertas damas:a) Le cortigiane veneziane del Cinquecento, edición a cargo de Rita Casa-grande de Villaviera.b) Guy Breton, Historias de amor de la historia de Francia. Maunice Rat, Aventurieres et intrigants du Grand Siecle.Maunice Rat, Dames et bourgeoises amoureuses ou galantes du XVIe. siecle.Les grandes favorites de toutes les époques et dans tous les pays, edición de selecciones de varios autores a cargo de Alain Decaux.
Tomado de: Biblioteca Luís Ángel Arango. http://www.lablaa.org/

martes, 24 de junio de 2008

Nelson Mandela: 90 años de lucha

Nelson Mandela: 90 años de lucha
El prisionero político más famoso del mundo, Premio Nobel de la Paz y primer presidente negro en la historia de Sudáfrica, cumple 90 años el 18 de julio de 2008



"Durante toda mi vida me he dedicado a la lucha del pueblo africano. He peleado contra la dominación blanca, y he peleado contra la dominación negra. He buscado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que todas las personas vivan juntas en armonía e igualdad de oportunidades. Es un ideal que espero poder vivir para ver realizado. Pero si es necesario, es un ideal por el cual estoy preparado para morir".


Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Umtata, entonces capital del llamado territorio de Transkei, que se extendía desde el pie de las montañas Drakensburg hasta la costa del Océano Índico. Fue el primer presidente de Sudáfrica en ser elegido por medios democráticos bajo sufragio universal. Tiempo antes de ser elegido presidente fue un importante activista contra el apartheid que y estuvo encarcelado durante 27 años.

El gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones de que fuera puesto en libertad. Mandela se convirtió, al igual que Mahatma Gandhi, en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los hombres de color sudafricanos.

Durante su tiempo en prisión, Mandela se convirtió en la figura más conocida de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica. Pese a que el régimen del apartheid y las naciones aliadas a éste lo consideraron junto al Congreso Nacional Africano como un terrorista, su lucha fue parte íntegra de la campaña contra el apartheid.

El cambio de políticas contra éste, que Mandela apoyó con su liberación en 1990, facilitó una pacífica transición a la democracia representativa en Sudáfrica.

Después de haber recibido más de una centena de premios por más de cuatro décadas, Mandela es actualmente un célebre estadista que continúa dando su opinión en temas fundamentales, es portador de un mensaje que parece trascender fronteras. En Sudáfrica es conocido como Madiba, un título honorario adoptado por ancianos de la tribu de Mandela.

Entre los premios que ostenta se encuentran: Embajador de la conciencia, premio otorgado por Amnistía Internacional en 2006, premio Nobel de la Paz en 1993, premio de la Paz de Mahatma Gandhi, premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional, Premio Internacional Simón Bolívar (1983) y premio nacional de la paz (1995).

En noviembre de 2003, la Fundación Mandela lanzó una nueva campaña a nivel internacional con el objetivo de recaudar fondos para la lucha contra el SIDA. La campaña lleva el nombre "46664", el número de prisionero del líder sudafricano en Robben Island. Además de la campaña contra el SIDA, Mandela sigue promoviendo en su fundación paz y reconciliación a nivel internacional. Ha creado también un Fondo para la Infancia y la Fundación Mandela Rhodes, que concede becas a jóvenes sudafricanos.

Celebración por todo lo alto

La organización de lucha contra el sida auspiciada por Nelson Mandela, 46664, ha invitado a felicitar al ex presidente sudafricano por su noventa cumpleaños con un mensaje de texto, a fin de crear la mayor felicitación virtual de cumpleaños de la historia.
La campaña comenzó el lunes 16 de junio, 46.664 minutos antes de su aniversario, y las líneas de teléfono estarán abiertas hasta el próximo 18 de julio, cuando Mandela cumplirá 90 años. Todos los mensajes recibidos serán mostrados en la página web http://www.happybirthdaymandela.com/frontHome.seam

También como parte de las celebraciones por su noventa aniversario, el Hyde Park londinense acogerá el próximo 27 de junio un gran concierto en homenaje al ex presidente sudafricano y Nobel de la Paz Nelson Mandela, cuyos beneficios irán a parar a la lucha contra el sida.

El dúo español Amaral figura entre el selecto grupo de artistas que participará en la iniciativa, además de Simple Minds, Annie Lennox (de Eurythmics), Sugababes y el cantante italiano Zucchero, que actuarán ante una audiencia de 46.664 personas. Mandela estará presente en el concierto de Hyde Park -donde posiblemente anuncie su retirada definitiva del activismo-, además de en otros actos organizados en su honor con el objetivo de recaudar fondos para las organizaciones que apadrina.

Tomado de talcualdigital.com

sábado, 21 de junio de 2008

Inti Raymi, la fiesta ancestral que sobrevive

Inti Raymi, la fiesta ancestral que sobrevive
Maria Victoria Romero



Perú, 19/06/08- A pesar de los dos mil años de calendario gregoriano, los pueblos originarios festejan un nuevo año sustentado en otro tiempo. Un rito ancestral, parte de la historia e identidad latinoamericana que resistió a la cristianización y el genocidio al pueblo indígena.

El 21 de junio se celebra el Inti Raymi, fiesta principal del imperio inca antes de la llegada de los españoles, que provocó un corte en el libre desarrollo de una cultura. Los festejos se realizaban durante el solsticio de invierno, tiempo en donde el Sol se encuentra en el punto más alejado del ecuador.

Los incas creían que su dios desaparecía en la inmensidad del universo; para evitarlo le imploraban y le rogaban que se quedara, así el hambre no se apoderaría del Tahuantinsuyo, el más grande y antiguo imperio del continente americano.

El Inti Raymi constituye una de las fiestas emblemáticas de los pueblos andinos. Durante la época de los incas, formaba parte de los cuatro festivales celebrados en el Cusco. Duraba nueve días, había bailes y sacrificios.

En 1535, se llevó adelante el último Inti Raymi con la presencia del Emperador Inca. El arribo de los europeos peligró la continuidad de la cultura y sociedad de los pueblos originarios. Años más tarde, el virrey Francisco de Toledo prohíbe el Inti Raymi por considerarlo una ceremonia pagana y contraria a la fe católica. No obstante, los indígenas continuaron la celebración en forma clandestina, como modo de resistencia y lucha por no desaparecer.

En 1944, se reconstruye la celebración basada en los relatos de Garcilaso de la Vega. Desde ese momento, la ceremonia pasa a ser un evento público que merma la cultura indígena y se traslada a la sociedad como gran atractivo turístico. Los escritos de Gracilazo de la Vega cuentan que la fiesta del Sol era uno de los principales acontecimientos a la que concurrían “los curacas y señores de vasallos de todo el imperio con sus mayores galas e invenciones”. La preparación era estricta. Durante los días previos “no comían sino un poco de maíz blanco, crudo, y unas pocas de yerbas que llaman chúcam y agua simple. En todo este tiempo no encendían fuego en toda la ciudad y se abstenían de dormir con sus mujeres”.

Ese día, el soberano y sus parientes esperaban descalzos la salida del Sol en la plaza -expresan las crónicas-. Puestos en cuclillas con los brazos abiertos dando besos al aire, recibían al astro rey. Entonces el inca, con dos vasos de oro, brindaba la chicha: del vaso de la izquierda bebían sus parientes; el de la derecha era derramado y vertido en un tinajón de oro

Cinco siglos después, el Inti Raymi se mantiene intacto en las culturas indígenas y demuestra ser parte de la riqueza cultural e histórica latinoamericana y que las culturas originarias continúan impresas en el imaginario colectivo. Devenido en espectáculo turístico, tiene festejos en diversos puntos de la región.

En Catamarca, Argentina la fiesta es con baile y teatro. En Cañar, Ecuador se abre paso al décimo noveno festival Inti Raymi. Antonio Caizán, presidente de la Unión de Pueblos y Comunas Campesinas Cañaris (Upccc), explica que es una fiesta espiritual en la que interviene un personaje volador que realiza un rito simbólico para acercarse al Sol ofreciéndole un kero (pequeña vasija) de chicha para reconfortarlo.

En Cusco será la primera vez que la ceremonia se presente en inglés, francés y español. Al respecto, Ismael Zuta, presidente de la Empresa Municipal de Festejos de Cusco (Emufec), indicó que la iniciativa partió del público y además es considerada necesaria: “son muchos los turistas extranjeros que vienen para este certamen y no todos entienden el español”.


En sintonía, la Ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz destacó que el Inti Raymi “es una fiesta tan importante que hace posible que vengan más visitantes a nuestro país, quienes además de recorrer los maravillosos lugares del Cusco, pueden conectarse a ciudades como Arequipa, Nasca y seguir el circuito turístico del sur. El año pasado tuvimos visitantes internacionales muy famosos que asistieron a esta fiesta cusqueña”.


La permanencia de ritos, costumbres y el pensamiento mágico dan cuenta de la firme resistencia de los pueblos originarios y del pensamiento popular para no ser borrados de la historia. Una lucha silenciosa que se expresa en la permanencia de relatos que forman parte de la identidad latinoamericana, un relato propio y autónomo que cuenta el drama, vida y experiencias de los excluidos de la tierra. La otra historia que sobrevivió a los intentos de siglos de ocultarla y extirparla de la memoria colectiva.

Tomado de: http://www.glocalia.com

viernes, 20 de junio de 2008

IFNI, la guerra secreta

En junio, hace 40 años (2007). Un telegrama anunciaba el fin de la guerra de Sidi Ifni. Un conflicto en el que murieron 300 españoles y más de 500 resultaron heridos. Tan oculto por la censura que hasta se dudó de que hubiera existido.
Por Jesús Torbado

IFNI, la guerra secreta



El general Mariano Gómez de Zamalloa, el laureado del Pingarrón, el héroe de la División Azul en las estepas rusas, recibió en su despacho de gobernador general de Sidi Ifni, África Occidental, un telegrama de Madrid con el siguiente texto: "Representante bandas armadas asegura a partir 12,00 horas día 30 harán alto el fuego ese sector. Observe cuidadosamente actitud enemigo, extremando precaución. Fuego propio totalmente prohibido. Aviación no debe volar". Ese día 30 era el del mes de junio de 1958. Va a hacer ahora cuarenta años. El texto del telegrama venía a decir que la guerra había terminado.







Pero ¿qué guerra? ¿Existió alguna vez -como decía Giraudoux de la de Troya- una guerra en Ifni? Después de todo, ¿acaso existió Ifni? ¿Existe aún? Es verdad que murieron al menos 300 españoles y que más de 500 fueron seriamente heridos en las batallas, que muchos miles de soldados de reemplazo lo pasaron muy mal en las trincheras y puestos de vigilancia montañosos de aquel enclave africano, y hasta época tan reciente como 1969, pero ¿fue aquello una guerra?
En el lenguaje oficial de entonces se calificó el asunto como incidente; los asediados en aquel paraje inhóspito y lejano solían hablar entre sí de "la guerrita".




La censura de noticias fue tan dura, perfecta y rigurosa que cuatro décadas más tarde hasta el mismo nombre del escenario se ha borrado casi por completo de la memoria de la mayoría de españoles. No obstante, aquellos acontecimientos deben considerarse como la última guerra internacional que ha mantenido España. Y su verdadero resultado, como el verdadero fin de los siglos de colonización española, saldado con sangre. No obstante, a nuestro lado hay hombres y mujeres que todavía lamen las heridas entonces sufridas, que recuerdan a sus muertos, que guardan en sus casas y en sus memorias objetos o recuerdos de lo que ocurrió en el invierno de 1957 en la Ciudad de las Flores, es decir, en Sidi Ifni; y en el Campo, es decir, en los 2.000 kilómetros cuadrados de montañas estériles y hermosas plantadas en el pecho atlántico de África, casi frente a las islas Canarias, que un grupito de soldados al mando del coronel Capaz había ocupado el 6 de abril de 1934.

Los legionarios españoles calzaban alpargatas para combatir en un terreno de arena y piedras
La colonia se mantuvo durante apenas 35 años, la guerra que nunca se declaró y cuyo sello de paz oficial jamás fue estampado duró unos ocho meses. La noche del 23 de noviembre de 1957 estuvo a punto de ocurrir un desastre parecido al de Annual de 1921. Estaba todo dispuesto para que guerrilleros marroquíes controlados secretamente por el actual rey Hassán, entonces príncipe heredero, asesinaran en sus casas a todos los habitantes de Sidi Ifni y que tomaran todos los fortines del interior del territorio. La indiscreción de la cuñada aldeana de un policía nativo y la fidelidad de éste a su capitán evitaron la tragedia: le advirtió del ataque previsto. El periodista Jos Martín recuerda que su padre le contaba siempre cómo de madrugada se le presentó un soldado con un extraño y urgente mensaje: "¡Sin novedad, mi capitán: han matado al centinela!".



El asalto al polvorín y la toma de la ciudad fue un fracaso que se saldó con un puñado de muertos, pero todos los puestos del interior quedaron asediados. Son terribles las historias que han contado los supervivientes que durante unos diez días estuvieron cercados, hasta que las fuerzas paracaidistas recién creadas y los legionarios consiguieron liberarlos. Muchos de estos liberadores murieron en el empeño, como muchos de los asediados, y algunos nombres se conservan en el recuerdo y en el afecto de sus familias: el alférez de las Milicias Universitarias Rojas Navarrete, el teniente Ortiz de Zárate...

Pero la censura fue tan férrea que ni los habitantes de la capital ifneña llegaron a saber lo que sucedió en las guarniciones del interior; ni siquiera, en realidad, los mandos militares, a juzgar por cómo actuaron. Los poquísimos historiadores que se han acercado a aquellos sucesos -militares todos- se sorprenden de que un gobierno militarista como el de Franco tuviera a su ejército en tan patéticas condiciones. Las dolorosas anécdotas son innumerables. El primer muerto ilustre, el comandante Álvarez Chas, cayó al mar en un viejo Heinkel 111, con toda su tripulación, por un error en el momento del aterrizaje. "En el aeródromo existían todas las marcas posibles de whisky, pero faltaban elementos de guía a la navegación", cuenta un testigo.
Resultó que aquel glorioso ejército carecía de casi todo: los aviones eran antiguallas de los años treinta; los Junkers que Alemania había enviado a comienzo de la guerra civil, a falta de bombas lanzaban bidones de gasolina provistos de un sistema de explosión artesanal ideado por un teniente; a los soldados se les entregaban hasta cinco viejos fusiles Máuser, con la esperanza de que algunos funcionaran cuando tuvieran que dispararlos; los legionarios calzaban alpargatas para combatir en un terreno abominable de arena y piedras; cargaban todavía con una manta y su ración alimenticia se reducía muchas veces a un chusco y una lata de sardinas; para socorrer a los asediados se les lanzaba el agua dentro de neumáticos de camión, a falta de envases mejores, que reventaban al llegar al suelo; la puntería de los aviadores era tan mala que disparaban contra soldados propios que salían desesperados de los fortines en busca de agua y comida; para las comunicaciones, se usaban radios de carga a pedales... Una pobre defensa llevada a cabo con "vieja chatarra cuidadosamente remendada", como escribe el general Casas de la Vega.

En los sesenta, Sidi Ifni floreció como nunca y los militares cobraban tres veces su salario
A todas aquellas desdichas se añadió un tiempo tan malo, con lluvias y mar agitado, que el enclave estuvo casi un mes sin poder recibir ayuda de Canarias. Muchos civiles tuvieron que formar parte de somatenes para vigilar la ciudad por la noche, incluido en un llamado Batallón de la gabardina, incluso al lado de un puñado de periodistas del régimen que fueron enviados para cambiar la realidad por crónicas literarias... Escaseaba la comida, proliferaba la epidemia de gripe. Las bandas marroquíes dominaron en seguida todo el territorio y consiguieron incluso golpes notorios, como la aniquilación de toda una bandera de la legión, con 97 bajas (42 muertos), en Edchera, en el territorio sahariano, el 13 de enero del año 58... Franco, mientras tanto, disculpaba a su "hermano" el sultán Mohamed V, que había logrado la independencia de Marruecos un año antes, y hablaba como siempre de las asechanzas del comunismo internacional. Pero las Bandas atacantes, unos 5.000 hombres perfectamente organizados y pertrechados en formaciones guerrilleras, eran gente enmascarada de un ejército oficial marroquí al que el propio Franco estaba regalando armas y municiones. Más aún: muchos de sus oficiales habían estudiado en la Academia de Zaragoza.



Navidad


Los habitantes de Sidi Ifni recuerdan con lágrimas aquella terrible Navidad de 1957, encerrados en la hermosa ciudad colonial. Ni la fugaz presencia de Carmen Sevilla en plan Marilyn Monroe, de Gila y otros actores y cantantes pudo aliviar sus penas... y su falta de comida. Tampoco los miles de paquetes -turrón, naranjas, botellas...- que se enviaron desde la península a los combatientes y asediados, recogidos por un programa de La Voz de Madrid. Lo poco que no se perdió en el camino o entre manos interesadas, se repartió en el mes de marzo, polvoriento o podrido. De la colonia sólo quedó en poder de los españoles la hermosa ciudad que ellos mismos habían construido sobre el rocoso vacío desértico, con un círculo de seguridad de unos cinco kilómetros de perímetro defendido por alambradas y trincheras.

Así se mantuvo durante 11 años, y con la ridícula categoría de provincia española, la número 51. En las Cortes franquistas aparecían baamaranis de Ifni y saharauis de la otra provincia, Sahara Occidental, ataviados con vistosos uniformes, a cobrar la paga y a preparar las últimas traiciones cuyas consecuencias todavía colean en el Sahara Occidental, después de la famosa Marcha Verde de 1975. Aquella mañana del 31 de julio de 1969, va a hacer veintinueve años, se arrió la bandera de España del mástil de la plaza del mismo nombre (hoy plaza de Hassán II). Unos meses antes ya se habían embarcado los restos de los caídos y hasta las cruces que presidían sus tumbas en aquel cementerio que durante la guerra se iba agrandando de noche sin que los civiles de Sidi Ifni supieran por qué. Algunos oficiales lloraron, y también mucha gente de Ait Ba Amrán. La autoridad obligó a todos los civiles a salir de allí, a todos. Pagaron cien mil pesetas a cada uno para que rehiciesen su vida en otra parte.

Pero en esos últimos 11 años, en los sesenta, la ciudad todavía asediada brilló como un insólito paraíso. No había riqueza alguna, pero el gobierno asfaltó calles, levantó y pintó casas, construyó un extraño e ingenioso puerto a golpe de millones (puerto que los marroquíes abandonarían enseguida). Sidi Ifni floreció como nunca: los militares todavía salían a caballo a cazar gacelas, cobraban su salario hasta multiplicado por tres, paseaban con uniformes blancos, se casaban con gran boato, multiplicaban las fiestas, las partidas de póquer... Y los pocos civiles que completaban la población española vivían como en una película. Mientras, seguía siendo muy dura la vida en la península.

A su lado, unos 8.000 baamaranis, más otra gente de Marruecos, tenían hospital, escuelas, beneficios de todo tipo. También muchos de ellos lloraron, especialmente los áscaris, los antiguos soldados de nuestro ejército. En realidad, se sabe que unos 8.000 chavales de esas ásperas montañas habían sido reclutados para luchar en la guerra civil. Licenciados, seguían cobrando sus pensiones. Todavía ahora muchas familias viven del dinero que un militar les lleva desde Las Palmas cada dos meses.

La que fue hermosa ciudad colonial conserva todavía muchos recuerdos de la presencia española y no han sido eliminados aún todos los rótulos de calles y negocios. Mucha gente siente nostalgia de aquella riqueza y mantiene con cierto entusiasmo el idioma que aprendieron. Claro: el hotel España se llama Belle Vue, el cine Avenida está cerrado, en la fachada del ayuntamiento se lee Hôtel de Ville, la iglesia de Santa Cruz, descabalgadas las campanas y tapiada la gran cruz, es sede de los juzgados; el palacio del gobernador sigue siéndolo, pero de Hassán (que nunca ha querido ir a ocuparlo); el aeródromo al que volaba Iberia es un campo de matorral para cabras... El primer hotelito de la ciudad de Sidi Ifni continúa llamándose Suerte Loca y por allí merodean alemanes de chamarra de cuero que fuman kif o turistas de paso asombrados por la mera existencia de una ciudad tan extraña en aquella esquina del mundo. Su antigua belleza se va marchitando día y a día y hace poco se sacó a subasta el fastuoso edificio de la Pagaduría militar, también llamado Consulado. Continúa en su fachada el escudo del águila con su yugo y sus flechas... Los baamaranis de a pie -el barbero, el carpintero, los empleados del ayuntamiento- se lamentan de que España haya olvidado la ciudad que levantó, la cultura que sembró, los recuerdos que dejó.

De tarde en tarde cae por allí un nostálgico español que luchó en las banderas paracaidistas o de la Legión, o que padeció un servicio militar muy largo y muy duro en las trincheras del monte Bulaalám. Aquí ocurrió esto, allá ocurrió lo otro, dirá a sus hijos... O tropieza en la calle con antiguos compañeros de escuela, como le ocurrió hace dos meses al explorador Kitín Muñoz, nacido allí. Los tenientes de la guerra son hoy generales y no quieren hablar del asunto. Porque hubo demasiadas historias tristes: sangre, corrupción, derrota... También algunos destellos de gloria, ciertamente. Porque todavía se mantiene el secreto.

Pero Sidi Ifni, la que fue levantada por ingenieros militares a lo largo de tres décadas sobre el acantilado, frente a un mar intratable, existe todavía. Languidece solitaria a unos doscientos kilómetros al sur de la turística Agadir, ensimismada en su propia sorpresa, pero dueña aún del rescoldo de las bellezas que un día tuvo. Después de todo, sólo han pasado treinta años desde el cambio de bandera, aunque parece que casi todo ha sido olvidado.

El imperio de arena

Guiado por la curiosidad, el escritor Jesús Torbado se asomó a Sidi Ifni en 1982. Quedó atrapado por el misterio, la magia y las cenizas de la historia en aquel lugar. Quince años más tarde, después de otras visitas, decidió meter en un libro la novela que allí existía. Acaba de publicarla Plaza & Janés con un título muy simbólico: El imperio de arena. La protagoniza una mujer, porque "las mujeres resisten mejor la soledad", cuya vida transcurre en paralelo a la historia de Ifni. La señorita Elisa se queda sola en la ciudad, hasta nuestros días, resistiendo y luchando por sus derechos, sus nostalgias y su propia felicidad: civil entre militares, cristiana en un mundo musulmán más tarde, varada en el desierto... Su vida, que ella misma relata, discurre como el tiempo en un reloj de arena, hasta que un joven estudiante, que ignora incluso el nombre de la ex colonia, tropieza con su existencia y surge un doble enamoramiento: de la mujer y de Sidi Ifni. Ficción e historia real aparecen inextricablemente mezcladas para rescatar un mundo perdido y olvidado en la vorágine de la historia española contemporánea, pero que gozaron y sufrieron miles de españoles.
M.S.

IFNI: desde Isabel de Castilla

1495-97. El caballero Diego de Herrera, en conflicto con Isabel de Castilla, levanta un torreón realengo defensivo en la costa occidental africana.
1509. Portugal reconoce a España sus derechos en ciertas partes de la costa para que establezca fortines.
Siglos XVI-XIX. España mantiene para los canarios sus derechos de pesca a lo largo de la costa, que va cuajándose de nombres españoles.
1860. Un tratado de paz con Marruecos obliga al sultán a ceder territorio suficiente para establecer una pesquería, pero no se señala ni lugar exacto ni extensión.
1878. Después de largo forcejeo diplomático con Francia se señala Ifni (Ait Ba Amrán) como posesión española; es la zona más pobre, áspera y árida de toda la costa y parece que bastante alejada de la original Santa Cruz de la Mar Pequeña. Los gobiernos españoles, metidos en tantos conflictos internacionales con las otras colonias desatiende ese derecho. Marruecos hasta 1900 y luego la omnipotencia francesa impiden la ocupación real.
1884. Hombres de negocios de la Sociedad de Pesquerías Canario-Africanas adquieren la península de Río de Oro para establecer una base de apoyo para sus barcos.
1903. España nombra un primer gobernador: el capitán Francisco Bens.
1934. Finalmente, y después de algunos intentos fallidos, una modesta tropa llegada por mar al mando del coronel Capaz ocupa pacíficamente, con mucha habilidad y algunas bolsas de plata, una playa y una aldea llamada Amezdug, y luego una parte del territorio del interior que los franceses recortan. Empieza a construirse la ciudad y se realizan levas de mercenarios para la guerra civil.
1947-1956. Años de paz y gran florecimiento económico.
1956. Tras la independencia de Marruecos, comienzan los incidentes: atentados, asesinatos en puestos aislados, etc.
1957. El 23 de noviembre las llamadas Bandas Armadas inician un ataque total. Sidi Ifni queda asediada. La colonia queda reducida de dos mil a unos treinta kilómetros cuadrados.
1958. En enero se le da título de provincia española. En marzo hay un muerto y un herido, más toda una tripulación de un avión Heinkel, que se estrella. La última baja es un soldado de Tiradores, el 19 de mayo.
1969. El 31 de julio se abandona completamente la ciudad.
1975. Cruza por Sidi Ifni parte de los integrantes de la Marcha Verde que ocupa finalmente el Sahara Occidental.
1997. Sale a subasta pública, sin éxito, el último edificio de propiedad española en la ciudad, la Pagaduría.

Edificios 'inteligentes' esconden oficinas enfermas

No se fíe de los edificios 'inteligentes' porque esconden oficinas enfermas (*)
Juan Manuel Barberá


Lo queramos o no, gran parte de nuestra vida transcurre en espacios cerrados, sobre todo en oficinas y, para nuestra desgracia, incluso los edificios "más inteligentes" tienen graves problemas de contaminación relacionados, sobre todo (60 por ciento de los casos) con unos sistemas de ventilación deficientes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que tres de cada diez edificios modernos tiene un aire escasamente sano, motivo por el que se producen anualmente 75 millones de consultas médicas en Estados Unidos, según un informe elaborado por la revista American Journal of Medicine.

En España, la Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración (Atecyr) realizó hace unos años varios estudios reveladores: en Sevilla, uno de cada cuatro edificios públicos tienen sus sistemas y conductos de ventilación infectados por hongos y bacterias, y en Madrid el 80 por ciento de los edificios está enfermo.

Estadísticas



Las estadísticas más benévolas resaltan que el síndrome del edificio enfermo -Sick Building Syndrome, en inglés- causa molestias más o menos importantes a 4 millones de españoles, que pierden como mínimo tres días de trabajo al año por los trastornos orgánicos que les producen las malas condiciones de ventilación, mantenimiento y la falta de medidas higiénicas adecuadas en los puestos de trabajo.


Sus principales síntomas son fatiga y/o decaimiento, picor e irritación de piel, ojos, nariz, garganta, lagrimeo, secreción nasal, dificultad para respirar, opresión en el pecho, dolores de cabeza y de espalda, náuseas, frecuentes resfriados y otras infecciones similares.

La OMS denomina edificio enfermo a cualquier construcción en la que al menos el 20 por ciento de sus ocupantes padezca alguno de los síntomas descritos, algo bastante habitual según la Healthy Building International, una de las compañías más prestigiosas del mundo dedicadas al control y saneamiento de edificios enfermos, quien concluyó, después de haber estudiado más de 400 construcciones, que tan sólo una de cada cuatro estaban debidamente acondicionadas y no presentaba ningún riesgo para la salud.

Pero dependiendo de la profesión que tenga cada uno, incluso es posible llevarse a casa el contaminante impregnado en la ropa de trabajo, piel, pelo, herramientas y/o vehículos, con lo que los familiares también quedarían expuestos a estos deshechos y podrían desarrollar enfermedades.

Otras profesiones

La situación más característica se da cuando la vivienda y el lugar de trabajo coinciden en el mismo edificio -viviendas con usos agrícolas y/o ganaderos, industrias y talleres familiares o consultas médicas, pero no son las únicas. Por eso tampoco hay que bajar la guardia si se trabaja en un laboratorio de análisis clínicos, es agricultor o está empleado en una fábrica de frenos, materiales aislantes, aire acondicionado, o en la construcción, en cuyo caso hay que vigilar el amianto.

También deben protegerse del plomo quienes trabajen en la industria cerámica, del vidrio, de componentes eléctricos, de baterías o con tintes y anilinas, si en la actividad empresarial se manipulan productos de peluquería, barnices o pinturas.

Otro riesgo son los de los plaguicidas si se trabaja en el sector de agricultura o jardinería; el mercurio (mineros, producción de termómetros); los hidrocarburos clorados (industria de aislantes eléctricos, plásticos); los herbicidas y estrógenos (industria farmacéutica y ganaderos); las sustancias alergizantes (ganadería y agricultura), y el arsénico (mineros, tratamiento de madera y fibras minerales).


(*) Tomado de El Economista, edición del 20 de junio de 2008

miércoles, 18 de junio de 2008

Un artículo de 1980 El socialismo africano: el caso de Angola.

El socialismo africano: el caso de Angola
La “Cuba de Africa” languidece bajo el peso de la burocracia y el caos económico
Domingo del Pino Gutiérrez, Luanda
Publicado en El País de 19 de agosto de 1980


(Nota: Estos reportajes son el resultado de un recorrido por Angola y un viaje a zonas del interior del país donde no había estado ningún periodista occidental desde la independencia.)



La rápida y oportuna intervención de la Unión Soviética y Cuba, las indecisiones en la metrópolis portuguesa, sumida en uno de los puntos críticos de la revolución, así como el retraimiento norteamericano a cualquier intervención en el exterior, tras su fracaso en Vietnam, colocaron en el poder en Angola al izquierdista Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) a finales de 1975.

Cuatro años y medio después, no puede decirse que la importación del modelo cubano haya dado sus frutos en uno de los países más ricos de África: paralización económica y administrativa, absentismo laboral, crecimiento de la burocracia estatal e imposición de pautas culturales ajenas a la población.

De todos los movimientos nacionalistas de las ex colonias portuguesas, sólo el MPLA de Angola, a pesar de las riquezas naturales del país, ha llevado a un grado tal de pauperización al pueblo que muchos se preguntan hoy si tantos años de lucha han servido para algo. Nada parece haber dado peores resultados en política que los poetas, y la revolución angoleña fue, en gran medida, la obra de varios grandes bardos. Pero esos hombres, que, cuando no tienen trabajo y pasan hambre, sueñan con mundos mejores, con el poder en sus manos, pueden convertir el mundo en que viven en un infierno.

El angoleño ha perdido hoy toda inquietud intelectual. Y ello se explica. En un país donde no hay nada que comprar, que todo escasea, sólo abunda el libro. Libros soviéticos exclusivamente, claro está. Pero los soviéticos ni siquiera se han preocupado por enviar a Angola lo mejor de su literatura moderna, sus discusiones sobre economía política actuales o las inquietudes del movimiento obrero internacional. En las librerías de Angola sólo se encuentran aquellos pobres relatos de los años cincuenta, Los hombres de Panfilov, El comunista o el Manual de economía política de Nikitín. Y, sobre todo, obras de Breznev, discursos de Breznev hasta la saciedad, en piel, rústica y mimeógrafiados.

La irresponsabilidad administrativa, el abandonismo generalizado, el ausentismo laboral y la huelga permanente y no declarada de brazos caídos, hacen del régimen de Angola una especie de aberración, que solamente soviéticos y cubanos se atreven a llamar aún «ejemplo de socialismo africano».

Luanda, la capital, es una ciudad colapsada. Los transportes públicos no funcionan. Los autobuses, faltos de mantenimiento, yacen abandonados en los solares yermos de la capital, la mayoría de las veces con menos de dos años de rodaje. Cualquier gestión administrativa es una aventura en el mundo de los papeles, que puede durar días o meses. La escasez de alimentos, unida a la anarquía de los abastecimientos, origina colas gigantescas los días de distribución.
Las esperas suelen durar más de veinticuatro horas, pero como el toque de queda sigue vigente de doce de la noche a cinco de la mañana, a medianoche los colistas se esconden en los portales más próximos para lanzarse como fieras, de nuevo a las cinco, a la búsqueda del turno abandonado.

La ciudad entera tiene un aire cansino, de suciedad y abandono. El MPLA, como el partido de Fidel Castro, tiene una gran aversión por las grandes ciudades, que no sabe organizar. Pero en el caso de Angola, el 70% de la industria del país está en la región de Luanda. Esas industrias no funcionan hoy a más del 20% o 30% de su capacidad. La razón es que el obrero, en un régimen donde se estrecruzan y superponen tantos servicios y mecanismos coercitivos, sólo tiene el recurso de hurtar su capacidad de producir para protestar contra el sistema.

Un país rico en petróleo y diamantes

Con la excepción del petróleo, en manos de la Gulf Oil norteamericana (_off-shore_ en Cabinda) y de la Petrobras brasileña (sur de Luanda), que es el único renglón de la economía que ha superado los niveles de producción de 1973, el último año portugués contabilizado, con 170.000 barriles diarios, contra 150.000 antes de la revolución, todos los otros sectores de la producción están en franca involución.

De producir 240.000 toneladas de uno de los mejores cafés del mundo, Angola sólo espera recoger este año 40.000 toneladas. El país producía más de 100.000 toneladas de maíz, alimento básico de la población rural, azúcar y patata. Ahora necesita importar con urgencia 100.000 toneladas de maíz para impedir la extensión de la hambruna por varias provincias del Sur.

Pero la lamentable situación en que vive el pueblo de Angola no quiere decir necesariamente que el Gobierno no tenga dinero. Por el contrarío, el petróleo sobre todo, y los diamantes industriales (Angola, con 3.000.000 de carats anuales, era el mayor productor mundial), con cerca de un millón de carats extraídos en 1979, contribuyen a la paradójica situación de que el país, con una economía en desastre, tenga una de las balanzas comerciales más saneadas de Africa.

Esos ingresos, unidos a otros royalties, menos confesables, que paga Sudáfrica por la energía eléctrica, contribuyen a sufragar el despilfarro de una administración que tiene más de mil funcionarios cada dos meses viajando por el extranjero, a lo que hay que sumar el coste de la asistencia técnica soviética, cubana y alemana del Este.
A mediados de 1974, Agostinho Neto proclamó a los cuatro vientos que haría de Angola la Cuba de África. Por aquel entonces es muy probable que no supiera a ciencia cierta las implicaciones exactas de lo que prometía. Pero la verdad es que no solamente hizo una Cuba, sino que “mejoró” el modelo. Angola no es la Cuba de África sólo porque 30.000 cubanos, entre civiles y militares, sean, con los soviéticos, el principal y único sostén del MPLA. Las semejanzas son tantas que las comparaciones resultan irresistibles.

Allá por 1964, Che Guevara, entonces ministro de Industrias, decía, jocoso, a su gente: «Si el imperialismo norteamericano no existiera, hubiéramos tenido que crearlo, para poder culpar a alguien de nuestros fallos». Los angoleños han convertido hoy a Suráfrica y sus agresiones en el chivo expiatorio al que se atribuyen todas las deficiencias.

El MPLA justifica la presencia de tropas cubanas y asesores sovíéticos por la amenaza surafricana. La verdad histórica es que los cubanos comenzaron a llegar mucho antes de que el primer soldado surafricano traspasara la frontera. La supuesta aplastante victoria del MPLA contra la invasión surafricana de 1976, que unos atribuyeron a la intervención de Kissinger, y otros, al heroísmo de las FAPLA, tiene mucho que ver con un hecho menos conocido y, por razones obvias, silenciado, como fue la negociación entre el Gobierno surafricano y el MPLA, en abril de 1976, en Ochikango, cerca de la frontera con Namibia. En ella, el Gobierno de Pretoria recibió plenas garantías de que sus intereses en el sur de Angola, fundamentalmente el complejo hidroeléctrico de Caleque, en el río Cunene, no serían afectados, una promesa que, a pesar de todo el despliegue publicitario contra Suráfrica, el MPLA mantiene rigurosamente.

De la misma manera, la propaganda en torno a la ayuda que recibe la UNITA de Jonas Savimbi de Pretoria, sin dejar de ser cierta, ha sido extraordinariamente inflada para descalificar a un enemigo que aún cuenta con las simpatías de una buena parte de la población en las provincias de Huambo, Bié, Cunene, Benguela y Huila, las más pobladas del país.

Es verdad que el apoyo que recibe de Suráfrica es quizá la razón principal de la pérdida de imagen internacional de la UNITA, pero también es cierto que ningún movimiento revolucionario se anduvo nunca con escrúpulos de conciencia a la hora de escoger las alianzas que le harían triunfar. El MPLA concretamente sabe bastante de ello. Para destruir a los otros grupos que combatían en Angola, el FNLA de Holden, Revolta Activa, Daniel Chipenda no dudó en hacer uso de los ex gendarmes katangueños de Nathaniel Mo-Bumba y del almirante portugués Rosa Coutinho.

El ejemplo de los vecinos

Este es en Angola «el año del congreso extraordinario» del MPLA, que debe reunirse en diciembre. Entre las muchas cuestiones a discutir está la presidencia de la República, que, desde la muerte de Neto, ocupa a título provisional un «hombre de paja», José dos Santos.
Es un secreto a voces que el verdadero poder lo ejerce el secretario general del MPLA, Lucio Lara, que es quien cuenta con el apoyo y la confianza de la URSS. Pero Dos Santos es negro, y Lucio Lara, casi blanco, y eso en Angola es casi tan malo como ser negro en Sudáfrica. En este año del congreso extraordinario, Angola atraviesa por un momento crítico. El hostigamiento sur africano es permanente. La UNITA, a pesar de la propaganda oficial ya la ha liquidado en el papel, sigue fuerte en dos o tres provincias del Sur, gozando de simpatías populares.

Cerca de dos millones de personas, más de un cuarto de la población, serán refugiados dentro de su propio país a finales de este año, en virtud de la nueva táctica cubana contra la UNITA, que consiste en recoger a las poblaciones de las zonas donde aquélla opera y concentrarlas en las provincias de Huambo y Bié. Esos dos millones de seres están amenazados de muerte por hambre.

Se habla, y ello es una cuestión extremadamente delicada, de un supuesto testamento político de Agostinho Neto. En él, según algunos, el extinto presidente parecía haber dado un viraje de 180 grados en lo que concierne a la influencia soviética y cubana en el país.

El pragmatismo, con buenos resultados económicos, del presidente Samora Machel, de Mozambique, y la nueva situación creada con la independencia de Zimbabue, que parece llevará a los dos países a una sólida alianza económico-política, tendrá, sin lugar a dudas, influencias en Angola.

De hecho, mientras el MPLA languidece dentro de un mercado común socialista (Comecon), Zimbabue ya se adhirió a la Convención de Lomé, y se propone promocionar la candidatura de Mozambique. No es muy probable que el MPLA cambie radicalmente, como tampoco es previsible que la URSS suelte la presa de Angola.

Tampoco parece nada probable que el MPLA decida por propia iniciativa ceder una parte del poder político, que hoy monopoliza. Sin embargo, las circunstancias internacionales que le permitieron ese monopolio del poder, en detrimento de los otros grupos nacionalistas – la revolución de los claveles, en Portugal, combinada con la entonces influencia del partido de Alvaro Cunhal, que tanto ayudó al MPLA – y el retraimiento norteamericano y occidental en general, que no supieron reaccionar contra el envío masivo de soldados cubanos a Angola, han desaparecido totalmente.

No está, pues, excluido que en diciembre, y como resultado del congreso extraoridinario, el MPLA decida un importante aggiornamento.





Leopold Senghor: SOCIALISMO AFRICANO

SOCIALISMO AFRICANO
Leopold Senghor

Extractos de una conferencia que el presidente de Senegal pronunció en Oxford el año 1961. Tomados de West Africa, 11 de noviembre de 1961.

Eentre los valores de Europa no tenemos la inten­ción de conservar el capitalismo, por lo menos en su forma del siglo XIX. El capitalismo privado fue, desde luego, en sus primeros días, un factor de progreso, como lo fue el feudalismo en su tiempo, y aun la colonización...

Hoy día es un sistema social y económico anti­cuado, como el federalismo, como la colonización. Y, añadiría yo, como el imperialismo en que encon­tró expresión. ¿Por qué? Porque si la colectiviza­ción del trabajo constituye, con sus especializacio­nes, un paso decisivo hacia la socialización, la defensa, o más exactamente, la ampliación de la pro­piedad privada no va en ese sentido. Igualmente grave es la enajenación de que es culpable el ca­pitalismo, tanto en la esfera material como en la esfera del espíritu. Porque el capitalismo funciona sólo para el bienestar de una minoría. Porque, siempre que la intervención del Estado y la pre­sión de la clase trabajadora le obligaron a refor­marse, sólo concedió el nivel de vida mínimo, cuan­do sería necesario no menos del máximo. Porque no ofrece ninguna perspectiva de una plenitud ma­yor del ser más allá del bienestar material...

Pero nuestro socialismo no es el de Europa. No es el comunismo ateo ni, en absoluto, el socialismo democrático de la Segunda Internacional. Lo he­mos llamado modestamente Modo Africano de So­cialismo... El señor Potekhin, director del Instituto Africano de Moscú, en su libro titulado Africa mira hacia el futuro, enumera del modo siguiente los rasgos fundamentales de la sociedad socialista: El poder del Estado está en manos de los trabajado­res; todos los medios de producción son propiedad colectiva; no hay clases explotadoras, ningún indi­viduo explota a su semejante; la economía es pla­nificada, y su finalidad esencial es ofrecer la satis­facción máxima de las necesidades materiales y espirituales del hombre. Evidentemente, no pode­mos negar nuestro apoyo a esa sociedad ideal, a ese paraíso terrestre. Pero aún tiene que llegar; la explotación del hombre por su semejante aún hay que extirparla en la realidad; hay que llegar a la satisfacción de las necesidades espirituales que trascienden nuestras necesidades materiales. Esto no ha ocurrido todavía en ninguna forma de civili­zación europea o americana, en Occidente ni en Oriente. Por esta razón estamos obligados a buscar nuestro propio modo original, un modo negro-afri­cano, de realizar esos objetivos, prestando atención especial a los dos elementos que acabo de señalar: democracia económica y libertad espiritual.

Con esta perspectiva ante nosotros, decidimos tomar de los experimentos socialistas —lo mismo teóricos que prácticos— sólo ciertos elementos, ciertos valores científicos y técnicos, que injerta­mos como vástagos en el tronco silvestre de la ne­gritud. Porque esta última, como complejo de valores civilizados, es tradicionalmente de carácter socialista, en el sentido de que nuestra sociedad negro-africana es una sociedad sin clases, que no es lo mismo que decir que no tenga jerarquías ni división del trabajo. Es una sociedad basada en la comunidad, en la que la jerarquía —y por lo tan­to el poder— se funda en valores espirituales y democráticos: sobre el derecho de primogenitura y sobre la elección; en la que se discuten toda clase de decisiones en conferencia, después de ha­ber sido consultados los dioses ancestrales; en la que comparten el trabajo los sexos y los grupos téc­nico-profesionales, basados en la religión...

Así pues, en la creación de nuestro modo afri­cano de socialismo, el problema no es cómo poner fin a la explotación del hombre por su semejante, sino impedir que tenga lugar en ningún momento, volviendo a la vida la democracia política y econó­mica; nuestro problema no es cómo satisfacer nece­sidades espirituales, es decir, culturales, sino cómo mantener vivo el fervor del alma negra...
Investigación científica, planeación y cooperación resumen exactamente el programa que mi país, el Senegal, acaba de poner en acción actuando de fuerza motriz el señor Mamadou Dia, primer minis­tro. Nuestro primer plan cuatrienal está en marcha con sus institutos de investigación, sus bancos del Estado, sus empresas estatales, sus juntas de mer­cadeo de la producción, sus cooperativas, que abar­can ahora el 80 % de los campesinos, los cuales constituyen el 70 % de la población total. Todo esto fue precedido de un estudio social y econó­mico en el que se emplearon más de 18 meses.

Y todavía no hemos suprimido legalmente el ca­pitalismo, que es extraño a nuestro país; aún no hemos nacionalizado nada. Sobre todo, no hemos derramado ni una sola gota de sangre. ¿Por qué? Porque empezamos por analizar nuestra situación como país subdesarrollado y colonizado. La tarea esencial fue volver a ganar nuestra independencia nacional. Después tuvimos que eliminar los defectos del dominio colonial aunque conservando sus aportaciones valiosas, tales como la infraestructura económica y técnica y el sistema educativo fran­cés. Finalmente, esas aportaciones positivas tuvie­ron que ser enraizadas en la negritud, y al mismo tiempo fertilizadas por el espíritu socialista, para que dieran fruto. Tuvieron que enraizarse en la negritud por una serie de comparaciones entre sis­temas existentes. Cuando el capitalismo privado entra en competencia pacífica con el socialismo, me parece seguro que este último sale triunfante, siem­pre que trascienda los objetivos del mero bienestar y no segregue odio. Entretanto, necesitamos capi­tal, aun de fuentes privadas. Nuestro propósito es encajarlo en el plan de desarrollo, controlando su uso.

En este punto nos separamos de los experimen­tos socialistas de la Europa oriental, con los expe­rimentos comunistas, aunque tomando sus logros positivos. Hablé antes de la experiencia viva de recobrar la libertad. A la lista de necesidades que el plan debe satisfacer, tengo que añadir el ocio. Así es como la investigación, la planeación y la coo­peración trascienden, en su esencia, el objetivo del bienestar material. La ciencia, por la cual entiendo la busca de la verdad, ya es una necesidad espiri­tual. Como lo es el rapto del corazón, del alma, que expresa el arte, arte que en sí mismo no es más que la expresión del amor. Esas necesidades espirituales, que tanto pesan en los corazones ne­gro-africanos, fueron tratadas de pasada por Marx y por Potekhin; pero Marx no las destacó ni las definió plenamente.

EI espíritu misionero es un elemento esencial en la Compañía de Jesús

EI espíritu misionero es un elemento esencial en la Compañía de Jesús


EI espíritu misionero es un elemento esencial en la Compañía de Jesús, que fue fundada "para la propagación de la fe". La Orden nace en el momento de la apertura del mundo y de la gran expansión de la Cristiandad. Ignacio nació un año antes del descubrimiento de América, y fundó la Compañía en 1540, cuando los españoles llegaban a Chile, que de alguna manera marcaba la última frontera del imperio español.

Era una Orden nueva en un mundo nuevo. Las palabras del Señor, "id por todo el mundo", parecían resonar con más fuerza y cobrar un significado apremiante. Nunca como entonces, desde los tiempos apostólicos, se había sentido en la Iglesia con tanta urgencia el mandato de la misión. Vamos a recordar los principios misionales de la Compañía y, tras un breve recuerdo de su expansión universal y de su presencia en América, nos detendremos en la más famosa de sus misiones.

a) Tres normas misionales

Tres normas fundamentales van a marcar la labor misionera de los jesuitas: la movilidad apostólica (disponibilidad), la adaptación misionera (inculturaci6n), y la promoci6n humana:
1 ° La movilidad apostólica. - En las bulas fundacionales de los papas Paulo III y Julio III, Ignacio y sus compañeros se obligan "a ir inmediatamente, en cuanto esté de nuestra parte, sin tergiversaciones ni excusas, a cualquier parte del mundo a donde nos quieran enviar, o a los turcos, o a cualesquiera otros infieles, a aquellas partes que llaman Indias, o a otras tierras de herejes, cismáticos o fieles cristianos". El destino de Javier a las misiones es un ejemplo admirable de movilidad apostólica.

2° La adaptación.· San Ignacio dejó a los jesuitas orientaciones muy claras de adaptación a las personas y los pueblos evangelizados y se resumen en dos actitudes: 1) la captación psicológica de las personas destinatarias del mensaje cristiano: el "hacerse todo a todos para ganarlos a todos", de san Pablo, que san Ignacio explicó con una formula muy ingeniosa: "entrar con la suya para salir con la nuestra", y 2) la inculturación, el conocimiento, estima y aceptación de los valores culturales de los pueblos evangelizados, de sus tradiciones, lenguas y costumbres. Así, el P. Roberto Nobile vivirá como un brahmán indio y el P. Mateo Ricci como un mandarín chino. Los jesuitas de Paraguay estaban obligados a conocer la lengua indígena, antes de recibir la ordenación sacerdotal.

3° La promoción humana de los pueblos indígenas. La tarea evangelizadora iba acompañada de la enseñanza de conocimientos humanos, oficios artesanos y progresos técnicos, es decir, de una promoción educativa y social. San Ignacio cuando envía al P. Juan Núñez Barreta a Etiopía, le inculca que los misioneros vayan acompañados "por algunos hombres de ingenios, para darles industrias de hacer puentes para pasar ríos, y fabricar y cultivar las tierras, Y pescar, y otros oficios, y algún médico o cirujano, porque les pareciese [a los etíopes] que su bien todo, aun corporal, les viene con la religión".

Toda la historia misionera de la Compañía está inspirada en estas normas. Es una historia colectiva, cuyo protagonista es la Compañía como grupo compacto, perfectamente coordinado por la obediencia. De ahí la sensaci6n de solidez y eficacia que tienen sus misiones y la rápida extensión de las mismas.

b) Expansión de las misiones de los antiguos jesuita.

En el techo de la iglesia de San Ignacio de Roma un pintor extraordinario, el hermano Andrea Pozzo (1642-1709), pintó el triunfo del nombre de Jesús extendido por la Compañía en todo el mundo. La propagación planetaria de la Compañía está simbolizada en las cuatro alegorías de las partes de la tierra. Europa es una matrona dominadora, con cetro y corona, sobre brioso corcel. Asia cabalga a la grupa de un camello. América, con diadema de plumas y el torso desnudo, esgrime su lanza contra una fiera salvaje. África sostiene un colmillo de elefante que contrasta con la serenidad de su rostro moreno. Son alegorías muy barrocas, propias del gusto de la época. y muy barroco es también el espíritu de exaltación a Ignacio y a su obra. Sin embargo, el mensaje de aquella pintura no es exagerado. A la muerte de Ignacio, los jesuitas se habían hecho presentes en todas las partes del mundo, y en años sucesivos las cristiandades por ellos fundadas ganaron en extensión y profundidad.

La expansión misionera de la Compañía comenzó por el Extremo Oriente. Javier abri6 el primer surco de una cosecha que continuarían sus seguidores en la India, la China, el Japón, el Sudeste Asiático, las Islas del Pacifico, y tierras de África comenzando por Etiopia, y el Congo. Los nombres de Roberto Nobile, de Mateo Ricci, de Alejandro de Rhodes, de San Juan de Brito o de San Pablo Miki con sus compañeros de martirio en la India o el Japón, del Beato Diego Luis de S Vitores, etc., evocan aquellas gloriosas misiones de Oriente, que fueron modelos de adaptación misionera, de contactos culturales fecundos y, no" pocas veces, de heroicas proezas y persecuciones.

América ofrecía también a los misioneros jesuitas su inmensidad misteriosa. Las misiones americanas de la Compañía se organizaron desde los tres países católicos que tenían dominios en Ultramar: Portugal (desde 1549), España (desde 1566) y Francia (desde 1625).

Entre los misioneros de las tierras portuguesas hay que recordar al canario Beato José de Anchieta, médico, científico, poeta y padre del Brasil moderno. Brasil, como tantas otras tierras de misión, es un fruto del anhelo y del sacrificio de los misioneros. Los cuarenta mártires del Brasil, Ignacio Azevedo y sus compañeros, murieron en el mar a manos de unos piratas calvinistas, en 1570, que los asaltaron cuando navegaban a la altura de las islas Canarias rumbo a las misiones. Casi todos los mártires eran jóvenes llenos de esperanzas, que acaban de salir del noviciado. "No lloréis, hijos. No llegamos a Brasil, pero vamos a fundar hoy un colegio en el cielo"·

Y entre los misioneros franceses no podemos olvidar a los evangelizadores de los pieles rojas de América del Norte, en las tierras de Canadá y de los Estados Unidos. Sus misiones se desarrollan entre los indios Luronese-iroqueses, en medio de una naturaleza de grandes lagos y nevadas montañas. La misión entre los hurones fue una de las misiones más difíciles de todos los tiempos. Un país gigantesco que había que recorrer en frágiles canoas, en el que encontraban la resistencia de los indígenas un ritmo de conversiones lentísimo; una existencia constantemente en vilo y un acoso pertinaz por parte de tribus hostiles como los iroqueses. La rudeza del ambiente contrasta con la finura espiritual de aquellos misioneros. Es una misión heroica que fracasa. Pero triunfa con la sangre de los ocho santos mártires jesuitas del Canadá, San Juan de Brébeuf y sus compañeros, muertos entre 1642 y 1649. La misión que ellos fundaron se dispersó, pero los cristianos supervivientes extenderán las semillas de la fe en pueblos vecinos.

[Resumen del nº 1 del capítulo: Los Jesuitas en América Española: Gloria y Cruz de las Reducciones del Paraguay, en el libro de Manuel Revuelta, "Once calas en la Historia de la Compañía de Jesús”, págs. 115-118, Universidad Pontificia de Comillas, Madrid 2006]

Tomado de la Hoja Informativa Jesuitas en Misión. Mayo 2008, número 383

http://www.revistaecclesia.com/index.php?option=com_content&task=view&id=4742&Itemid=60

martes, 17 de junio de 2008

DESARROLLO DE LA NOVELA HISPANOAMERICANA EN EL S. XX

DESARROLLO DE LA NOVELA HISPANOAMERICANA EN EL S. XX


La novela Hispanoamericana tiene dos líneas de desarrollo:

1.Novela de observación, costumbrismo heredado del s. XIX que predomina hasta 1926.

2.Novela artística, caracterizada por un gran virtuosismo en la técnica narrativa e incorpora innovaciones al texto. Después de 1926 desemboca en una novela americana de narrativa fantástica creadora y de la angustia social. Son ej. BORGES, Roberto ALRLT, José DONOSO e incluso Gabriel GARCÍA MÁRQUEZ que acaban con la novela de observación. Se sienten empujados a producir novelas autóctonas americanas y que reflejen la situación de ese continente. Es lo que Carlos FUENTES, RUFO o GARCÍA MÁRQUEZ llamaron movimiento específicamente americano. Pretende ser una novela renovadora con un modelo propio americano, busca lo universal en lo específicamente americano. Algunos escritores se preocupan por el asunto de la condición humana en sí como BORGES, Ernesto SÁBATO, Eduardo MAYEA.

Otro grupo, M. A. ASTURIAS y Alejo CARPENTIER encontraran principios de identidad americana en los libros sagrados de las culturas pre-hispánicas como POPOLVUH (Biblia de los indios mayas de Guatemala) aunque no niegan sus lazos con Europa. Su propuesta es como llegar de lo europeo a lo pre-hispánico.

Estos cultivadores de la novela artística del primer grupo son herederos de la cultura europea, y de CARPENTIER y ASTURIAS que son americanistas, ya que buscan las raíces en lo pre-hispánico.

En Latinoamérica no va unida a unida a un desarrollo social, desde la colonia, donde estaban prohibidas las novelas, enfrentarse a esta situación, puede hacerse de varias maneras, de un modo estridente como lo hace GARCÍA MÁRQUEZ en La mala hora. Ya a partir de los años 60 se aplica la experimentación lingüística. BENEDETTI usa la literatura ara establecer una nueva relación entre literatura y política (años 40) BORGES opina que el escritor tiene que ser neutral, autónomo, separado de su contexto económico, político y social. Se mantuvo neutral en cuanto a política. Argentino que vivió en Suiza la mayor parte de su vida, protegido del mundo exterior, encerrado en su mundo literario. En su opinión el escritor debe ser sólo un escritor, el 1er BORGES era más comprometido con su entorno, hablaba de su país, luego se encerró en su biblioteca. Está en contra de la literatura comprometida. Este tema ha sido muy debatido en la literatura hispanoamericana.

Óscar COLLAZOS, Literatura en la Revolución y Revolución en la literatura dice que lo importante en la novela hispánica está en su relación entre producto literario y sociedad. Desató polémica porque creía que buscaba su identidad en la literatura, mantuvo polémica con VARGAS LLOSA y CORTAZAR para quien el escritor hispanoamericano tiene una responsabilidad frente al contexto cultural y político del que parte. Su postura es compleja, tiene más de una cara, insiste en que una novela revolucionaria no es la que posee un contenido revolucionario sino que es la que procura revolucionar la novela misma, el genero. Esta aportación es muy valiosa porque significa que se introduce en la reflexión del género novela que queremos, distingue entre panfleto y novela.

Los grandes novelistas no se fabricaban a base de buenas intenciones y de una militancia política, sin dudas tiene que ser algo más, un creador que piensa y que aporta ideas nuevas, un hombre que lograba una obra que era fruto de una confrontación del artista con el lenguaje.
Según VARGAS LLOSA, la novela tiene una manera autóctona de existir, aunque usa mucho la historia para escribir sus novelas.

Entre el año 1960 y 1940 comenzó el declive y posterior apagamiento de la novela tradicional y Roberto ARLT y ASTURIAS gestaron la nueva novela, hacen literatura renovadora pero no eran conocidos fuera de América, esto ocurre a partir del llamado BOOM.

En los años 40 hay datos contextuales no estrictamente literarios que tienen una lectura como reflejo de literatura hispánica. Cae la república española y muchos intelectuales marchan a América, el exilio fue muy importante en Méjico y Argentina.

La Guerra Mundial puso fin a la literatura europea y también por eso los americanos se quedan sin nuestras exportaciones, empezando así a fijarse en su propia literatura. Se traduce WOLF, KAFKA y autores como CONETTI.

El asunto esencial que hace posible la novela revolucionaria es la revolución castrista apoyada por el mundo en 1959 que hizo que GARCÍA MARQUEZ, VARGAS LLOSA, CORTAZAR se trasladasen a La Habana y comenzasen la labor en la revolución Nueva Colonia, luego con el desastre fueron todos disidentes menos GARCÍA MÁRQUEZ.

Lo esencial fue el surrealismo que triunfó en El señor presidente de ASTURIAS, que construye un fragmento en el que se describe una fuga de un personaje, Pelele, que se escapa en un tren. ASTURIAS hace que el discurso del personaje unido al miedo y al movimiento del tren se exprese mediante un solo tiempo verbal. El resultado son frases sin sentido entrecortadas (surrealismo).

BORGES también tuvo un momento surrealista, CARPENTIER también habló de ello, el surrealismo lo enseñó a ver texturas: “me enseñó a ver aspectos de la vida americana que yo no había advertido”.

Ernesto SABATO (mayor que los demás) se vincula y conoce a los surrealistas, dice que esa fue su etapa más real y más próxima a la existencia.

Todo es por la visión / idea de desintegración de la realidad, visión fragmentaria de la realidad.

Surrealismo:
Género de la vanguardia. Comenzó en 1924 oficialmente mediante un manifiesto.

Dadaísmo:
Zurcí, contexto donde se exhibían gran cantidad de artistas y escritores, promueven la idea de lo absurdo. Concepto de la vida absurda y en la práctica un arte burlesco, eliminando criterios.
Cavaret Voltaire, un grupo de expatriados y un estudiante de Filosofía rumano: Tristán Tara escogieron un término, DADA.

Como modalidad literaria emplea una expresión práctica que tiene una fórmula base dictada por Tara, que se mezclar palabras y luego sacarlas al azar para formar un poema, aunque no todos los aspecto del dadaísmo son tan absurdos.

BRETÓN formuló una estética para el surrealismo a partir de las teorías de Tara para el dadaísmo (rechazaba el método y la literatura y el arte).

El surrealismo no rechaza el método ni la literatura y el arte, trata de trascenderlos.

Se llama nueva novela porque los escritores de los años 40, 50, 60, dejan de criticar y dan sus opiniones a través de la novela, no son panfletos pero contribuyen a formar la personalidad e identidad de la novela americana.

En 1961 hay una novela que narra a historia de la nueva novela americana El astillero de ONETTI. Es una novela revolucionaria, no hay narrador ni cronología accesible pero tiene un acto constructivo.

La muerte de Artemio Cruz, 1968, Carlos FUENTES.

Sobre héroes y tumbas, SABATO

100 años de soledad 1967, GARCÍA MARQUEZ

La invención de Morel, 1940, Adolfo BIOY CASARES

La vida breve. 1950, ONETTI

Los pasos perdidos, 1953, CARPENTIER

Pablo Páramo, 1955, RULFO.

Son novelas que usan la experimentación lingüística, novelas urbanas que narran la realidad de la ciudad, que proceden de la Vanguardia europea. Con novelas antropocéntricas, tienen como centro al hombre urbano.

Crean espacios geográficos de carácter mítico, tiene su origen en los escritores latinoamericanos influidos por la lectura de FAULKNER. Lugares creados por el artista para contener su obra, obedece a un deseo de universalizar el discurso.

El lenguaje es definitivo y dentro del lenguaje, el punto de vista espacio-temporal y hay tendencias al múltiple punto de vista, no hay miedo a romper la causalidad y el proceso causa-efecto. El tiempo se supera, el espacio también.

1918 Tristán TZARA publica un manifiesto donde mezcla sus ideas sobre arte con letra, números y varias cosas. El dadaísmo no crea, destruye, incurres en una contradicción continua, 1ª dice como se hace un manifiesto pero luego niega la utilidad de ellos. No hay nada sistemático en el dadaísmo. Niegan el sistema. Automatismo psíquico permite profundizar en “ mi yo “ y buscar texturas.
El surrealismo busca lo mejor de las acciones humanas.

Lo real maravilloso de CARPENTIER, ensayo en el que define lo maravilloso en América, que es lo no esperado, lo que surge de la práctica europea y lo interpreta en el contexto americano y que luego se vino a denominar realismo-mágico, denominación comercial.

El contenido del maravilloso surrealista es el sueño, la acción y contenido de misterio también, como una introducción involuntaria en algo oscuro pero de una manera accidental y fortuita. Crea una cadena sin fin que trae consigo una cadena de imágenes superpuestas, es el camino hacia el monólogo interior. La única exigencia es que esas imágenes deben ser nuevas, chocantes e intensas. A veces parecen juegos verbales como en Rayuela, herencia del surrealismo. CORTAZAR dice que Rayuela es una antinovela surrealista. Cuando conoce el realismo este ya había culminado, al contrario que ASTURIAS y CARPENTIER. Muy joven publica un artículo “Un cadáver viviente” (1949), recogido porque después va a ser muestra de su propuesta literaria, es un artículo en defensa del surrealismo ya que SASTRE y CAMUS estaban proponiendo el existencialismo.

BOOM-60
Expresión un tanto periodística para designar un efecto editorial, la literatura hispanoamericana se empieza a traducir con gran éxito.

Las condiciones del Boom de los años 60 fueron factores de mercado. La editorial de Carlos BARRAL en Barcelona publicaron novelas como 100 años de soledad, Rayuela con gran éxito.
Podemos hablar de dos grandes tendencias:

*Surrealismo

*Figura de Jorge Luis BORGES que representa una práctica literaria de alejamiento de la realidad por medio de la fantasía.

Las dos vías no pretenden huir de la realidad, sino verla desde otro ángulo y acceder más profundamente a la realidad. Para llevar a cabo esta inmersión en la realidad tiene que haber unos cambios de técnica, de discurso literario, de recursos técnico. Esto se inicia en los años 30. Se produce en ese momento el surgimiento del concepto “realismo mágico”, que proviene de la renovación literaria.

El realismo borgico hace referencia a la literatura de la fantasía mediante la mirada desde otro punto, origina otra literatura cuyas historias no pertenecen completamente al mundo real. Se mezclan historias corrientes con fenómenos “paranormales” y la acción continua de manera normal, son interrumpir la narración.
Gracias al Boom la literatura hispanoamericana fue muy consumida.

Hay dos extremos térmicos que resultan muy importantes y que forman parte de nuestro mundo contemporáneo:

1º Las obras tienen una estructura muy visible, de tal manera que la confección es una aportación artística de la obra, por eso se exhibe y no se oculta. Es una propuesta artística que funciona como respuesta a la desintegración caótica del mundo. La respuesta será como la de CORTÁZAR, que hace que la novela sea como la vida, caótica.

2º Fragmentarismo de las novelas, y ambigüedad de estas que son un reflejo de la desintegración. Hay una idea principal que resume esto, la deconstrucción de la novela, desintegración del lenguaje que puede llevarse a cabo mediante dos posturas diferentes.
Carlos FUENTES y CORTÁZAR proceden a la desintegración lingüística como un acto de fe en la palabra. Deconstruyendo el lenguaje pueden expresar la verdad mediante la palabra. Por otro lado, otros escritores como BORGES o SARDUI escriben sobre la imposibilidad de que la palabra pueda contener al mundo.

Son dos posturas opuestas pero complementarias. En definitiva, se puede decir que la novela del Boom es una sublevación y que constituye el momento del paso de lo mimético a lo simbólico, que quiere decir que pasamos de la imitación a la interpretación. Esto es muy importante para entender la novela moderna.

El rechazo del realismo, desaparece la novela rural, de tema rural. A la vez que desaparece la novela rural, desaparece la novela que no esté comprometida con la fundación humana. Aparece la novela metafísica. La superación de la observación, la sustitución de esta por el mito y relacionado esto con los aspectos misteriosos de la realidad. Desconfianza de algunos conceptos como amor (como concepto existencial). Énfasis en los aspectos misteriosos de la realidad, aquellos que son inexplicables según los lugares de la lógica. Al mismo tiempo, se produce la desconfianza alrededor de algunos conceptos como el amor. Énfasis en la incomunicación en la sociedad.

Hay que destacar el concepto de la “muerte” que se convierte en un tema desaparecido. Huye de los temas convencionales de la novela tradicional, motivos recurrentes en la novela realista. Estos temas van a estar presentes aunque en el fondo de otros ausentes.

Otro de los asuntos temáticos que esta novela va a desarrollar es la rebelión contra todos los tabúes morales; superarlos mediante el humor y la creatividad. El humor es un camino para profundizar en la realidad, así como el erotismo y algunas pinceladas de sadismo que no hay en la literatura del s. XIX.

La técnica narrativa:

Abandono de la estructura lineal y lógica, porque esa estructura significaba un mundo ordenado. Esa estructura se va a remplazar por otro que represente un nivel más profundo.
El orden ilógico estaría más de acuerdo con la estructura espiritual de los narradores. El tiempo cronológico lineal desaparecerá. Este es uno de los aspectos más llamativos de la novela del Boom.

Los escenarios realistas también son sustituidos normalmente por espacios imaginarios. El narrador ya no es uno sino que son o pueden ser varios, además son ambiguos. Aparecen elementos simbólicos que en un principio no parecen tener gran importancia pero que en una segunda lectura se aprecia su importancia. Hay énfasis en la ficcionalidad de lo que se cuenta. El autor tiene interés en iniciar el debate de la obra dentro de la obra, y así, hacernos ver que esa novela es una posibilidad de las múltiples existentes. Rebelión de la presentación única de la verdad. Hay infinitas lectura posibles de esa realidad.

El autor de este tipo de novelas es muy frágil, ya que comparte su poder con el lector, porque cada vez que el lector lee la obra, hace una nueva novela.

Alejo CARPENTIER (cubano, 1904-1980)

Nació en la Habana, el 26 de diciembre de 1904. Hijo de un arquitecto francés, a los doce años se trasladó junta a su familia a París, donde vivió por unos años. Allí comenzó sus estudios de teoría musical, para luego retornar a Cuba y comenzar la carrera de arquitectura, que no concluiría. Luego ejerció el periodismo y se unió a movimientos de izquierda, siendo encarcelado y exiliándose luego a Francia. Fue testigo del nacimiento de la vanguardia europea y de la decadencia del Modernismo, integrando el Grupo Minorista junto a intelectuales como Nicolás GUILLÉN; que postulaba tanto la renovación estética como la crítica al régimen del dictador Gerardo Machado. En París se introdujo al movimiento surrealista que lideraba André Breton, y se vinculó con Eluard, Aragon, Prevert y Artaud.

En 1933 publicó su primera novela, Ecué-Yambá-ó, donde se marca un estilo nativista que luego cuestionaría. Regresó a cuba y dirigió el diario Tiempo Nuevo, a la vez que dictaba clases de música en la Universidad. En 1943 realizó un crucial viaje a Haití, donde el contacto directo con la cultura haitiana y la asistencia a una ceremonia de vudú fue determinante para definir “lo real maravilloso” que conformaría el realismo mágico de su novela El reino de este mundo (1948). Entre 1945 y 1959 vivió en Venezuela, donde escribió Los pasos perdidos Guerra del tiempo (1958), donde en el cuento “Viaje a la semilla”, pasado y presente se complican hasta invertir la relación temporal. (1953), novela inspirada en un viaje por el Orinoco donde se sintetizan las claves estilísticas y temáticas del autor; y el volumen de cuentos.

En 1959, con el triunfo de la Revolución Cubana, regresó a su patria y ocupó diversos cargos culturales y diplomáticos. En 1962, mientras ejercía el cargo de embajador en Francia, publicó El siglo de las luces, novela histórica situada en la Revolución Francesa en las Antillas. En El recurso del método (1974), profundiza sobre la imagen del dictador latinoamericano que también retratan GARCÍA MÁRQUEZ, ROA BASTOS y más tarde VARGAS LLOSA. CARPENTIER tuvo una gran influencia en estos y otros autores. Se ha mostrado interesado en el arte barroco en diferentes ensayos y en la novela Concierto barroco (1974). Para él, el barroco brinda la posibilidad de dar status cultural a la realidad americana en una naturaleza sobreabundante, dada su característica monumentalidad.

En 1977 recibió el Premio Cervantes y ,dos años después, el Premio Médicis en Francia. Además de las obras citadas, se destacan El acoso (1956), Razón de ser (1976), La consagración de la primavera (1978), El arpa y la sombra (1979) y Ese músico que llevo adentro (crónica y ensayos, 1980). Murió en París cuando comenzaba una nueva novela.

sábado, 14 de junio de 2008

Del diario de Rufino Blanco Fombona: rumbo a Ciudad Bolívar

Del diario de Rufino Blanco Fombona:
rumbo a Ciudad Bolívar en la búsqueda de la aventura
como Gobernador del Territorio Federal Amazonas



“El sábado, víspera del Carnaval de 1905, como a las diez de la mañana, recibí un despacho telegráfico. El Secretario General del presidente me llamaba, por ese telegrama, al Palacio de Miraflores. Inmediatamente salí, tomé un coche, y me dirigí a la mansión presidencial. El secretario me informó que el Presidente pensaba nombrarme Gobernador del Territorio Amazonas.
Me alegre mucho; ¡Ya lo creo! Aunque entre mí pensé: ¿no puedo ser útil en Caracas, en un medio donde mis ideales del momento puedan ponerse por obra?
De todos modos, me alegré. Aquello equivalía a abrir campo a mi acción, a mis buenas intenciones de actuar, de ser un venezolano práctico.
En casa pasamos un Carnaval de lo más divertido. Nuestras ventanas caían precisamente a la calle del Carnaval, lo que en otras partes llaman “el coso”. Así, por las tardes, grupos de muchachas amigas de nuestra hermana Isabel, se enraciman en las ventanas, festonándolas, iluminándolas, alegrándolas. Una noche se bailó.
El miércoles recibí papeles e instrucciones en el Ministerio del Interior; y el jueves salí para La Guayra, donde me embarcaría esa tarde, a bordo del Manzanare, rumbo a Ciudad Bolívar.
Tuvo que deshacerse a toda carrera nuestro hogar, el viejo hogar roto desde 1892 con la muerte de nuestros padres, y que acabábamos de reconstruir, teniendo como núcleo a nuestra hermana Isabel. Pero el viento del destino nos separaba de nuevo. Isabel partiría con oscar para Europa. Se quedaría en Holanda, con Humberto, y Oscar regresaría a ocuparse en trabajos de agricultura, en finca de nuestra propiedad.
En cuanto a los demás, Augusto, Haroldo y yo debíamos internarnos en el antiguo y fabuloso país del fabuloso y antiguo Dorado.
Luego de cinco días de navegación, primero costeando el Oriente de Venezuela y luego Orinoco adentro, amanecimos una mañana frente a Ciudad Bolívar. La capital de nuestra Guayana, vista desde a bordo, en la bruma del amanecer, con sus torres blancas, sus casas blancas, sus contornos áridos y en el fondo una pirámide berroqueña, aparecía en el horizonte, acurrucada sobre una roca, orillas del famoso Río.
El buque se va acercando lentamente. La Ciudad, coronada de azoteas, se divisa mejor. Parece una ciudad árabe; y hasta me recuerda vagamente, sin que se sepa cómo, el panorama de Jerusalem, visto no se cuando, no se donde.
Aquella ciudad, a la que veía por primera vez, evocaba en mi espíritu recuerdos patrióticos. Allí se combatió con rudeza por la nacionalidad. Allí se fusiló a Piar en 1817. Allí se fundó la Gran Colombia, en 1819. a la belleza de su paisaje se reunía la belleza de la historia. Pisé tierra bajo los más gratos auspicios.
La estada fue prolongándose, sin pensarlo ni quererlo, en los preparativos de una internación en las soledades del Alto Orinoco. Tuvimos que lamentar una desgracia con que se iniciaba la expedición, siendo la primera salpicadura roja de esta odisea que iba acabar en sangre. Arvelo-Larriva, que debía juntarse con nosotros en Ciudad Bolívar para acompañarnos al Territorio, de que ya era conocedor, tuvo un lance personal con el propietario del Hotel donde vivíamos y le tendió muerto de un balazo. La multitud furiosa, penetró en el Hotel dando gritos y amenazándonos a todos. A duras penas pudimos salvar a nuestro compañero y salvarnos nosotros mismos de las garras enfurecidas del populacho."